Lo más perjudicial a tu vera, Amaranto-Nopal Ayer vi una sonrisa en el rostro más fiero. Parecía agradarte tanto como la vez en que ya no viste nada y dejaste de ser víctima del sentido del gusto y del tacto.
Así, los reaccionarios no te temen y parecen tenerte compasión, Amaranto-Nopal; mientras tu preparas la revolución en tu vera. Y verán que buena se pone esa revolución.
Los frutos secos que no te faltan siguen siendo base de tu nutrición, Oro Verde-Cereal. Y los otros alimentos que germinan van ayudando a que se relaje el coágulo en tus venas.
Chucrut, vino, chocolate y bayas: a donde vayas, Fibra-Lienzo-Madera. Te apoyas en las mismas hojas verdes cuando están secas. Te apoyas en las hojas secas cuando ya no son verdes, sino sepias.
¿Sabías que las frutas aveces protegen más que las verduras? Prepara gachas de avena. Palomitas de maíz caseras. Come en casa, a pesar que el tiempo de la sociedad moderna ya no te deja.
Vuelve a casa, entrañitas de pedernal. Tu selva que también es mi selva casi desaparece de la faz de la tierra. Nuestra casita en la campiña es casi casi un centro comercial. Tu ciudad, de lodo, verde y agua es casi casi una ciudad capital.
Me gustaría pasar viendo todo, aunque sea negativamente, hasta que mis folículos estén en huelga. Pero quizá me vaya, igual que tú, antes del cuarto menguante número cuarenta...
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